martes, 29 de marzo de 2016

2.8 LOS CONCEPTOS DE MATERIA Y FORMA, ACTO Y POTENCIA, Y EL MODELO DE LAS CUATRO CAUSAS DE ARISTÓTELES COMO ESTRUCTURA INTEGRADORA DE LA ANTROPOLOGÍA CLÁSICA    


   
Como ya mencionamos anteriormente, Aristóteles fue el discípulo más importante de Platón. Nació en Estagira, Macedonia en 384 a. G, razón por la cual se le conoce como "el estagirita". Durante cerca de 20 años permaneció en la Academia de Platón recibiendo las enseñanzas de su maestro, al morir éste, en 348, se trasladó a Asia Menor (Assos), luego a Mitilene y finalmente a la Corte del rey Filipo de Macedonia, donde fue maestro del conquistador Alejandro Magno. Hacia el año 335 retornó a Atenas donde fundó su propia escuela llamada El Liceo donde sus discípulos estudiaban sus lecciones paseando alrededor de los jardines, por lo cual se les conoció como "peripatéticos" (los que dan vueltas). Más tarde, debido a un movimiento antimacedónico que resurgió al fallecer Alejandro Magno y una acusación de impiedad, Aristóteles abandonó la Ciudad de Atenas en 323 para refugiarse en Calcis de Eubea donde murió en 322. a. C.        
La obra de Aristóteles abarca casi todos los saberes de su época: en el saber teórico y especulativo destaca La Metafísica o ciencia de los primeros principios, en lo relativo a las ciencias prácticas escribe obras como la Ética a Nicómaco y la Magna Ética, en el aspecto del arte figuran La Poética y la Retórica y en lo que atañe a la vida social está La política. Además como una obra instrumental que apoya a todas las ramas del saber brillan sus escritos lógicos como una de sus grandes aportaciones que le han valido el título de "padre de la lógica". Dentro de estos escritos lógicos sobresalen: Categorías, Sobre la interpretación, Analíticos primeros y segundos, Tópicos y Elencos Sofísticos.
La estructura integradora, en sus niveles ontológicos y antropológicos, de la filosofía aristotélica se revela en La Metafísica; esta obra reúne una serie de escritos (posibles lecciones que impartió a sus discípulos) y que fueron compilados por Andrónico de Rodas con el sugestivo nombre de "Metafísica" que significa "más allá de la física". Este libro trata del ser en cuanto ser —es decir del ser en general y no de un determinado ser— y de sus características o propiedades principales, tales como el uno, la verdad y el bien. Asimismo aborda su división en potencia y acto, en materia y forma, en sustancia y accidentes. También se habla de las cuatro causas que nos permiten saber el porqué de las cosas. Todos estos conceptos son muy importantes para el estagirita ya que permiten dar cuenta de la estructura ontológica, antropológica de la realidad.
Siendo discípulo de Platón, Aristóteles no está del todo de acuerdo con su maestro. Conocida es la frase que se le atribuye: "Soy amigo de Platón pero más amigo soy de la verdad". En efecto, Aristóteles discrepa de su maestro en lo referente a la Teoría de las Ideas, que como ya vimos es la doctrina medular de Platón.
Para Aristóteles esta teoría duplica innecesariamente la realidad y por ello piensa que lo que Platón llamó "ideas" no están separadas de las cosas, sino que forman parte de ellas. "La brusca y radical separación entre los individuos y las ideas, entre las existencia y las esencias o, si se quiere, ente las existencias y unas supuestas esencias existentes, es para Aristóteles una falsa salvación de los fenómenos: los fenómenos no quedan salvados y entendidos por la participación, sino por la radicación de la idea, de lo universal en la cosa misma".'4 De acuerdo con esto, la cosa es una realidad, una sustancia que entraña ciertas propiedades que pueden ser enunciadas.
Podemos decir que la noción de sustancia es fundamental en la ontología aristotélica. En el lenguaje cotidiano la palabra sustancia está asociada a un haber, a algo que se tiene. Se habla por ejemplo de un guiso o un caldo que es sustancioso o que tiene "mucha sustancia". En el ámbito de la metafísica la sustancia es como un soporte o sustrato que admite varias características que no lo constituyen en cuanto tal o que no son esenciales para su existencia y que por ello se llaman "accidentes". Por ejemplo son accidentes de la sustancia mesa: su color café, su tamaño, su forma rectangular, etc. Así, la sustancia es algo que existe en sí y no en otra cosa (como los accidentes).
Para Aristóteles hay varias clases de sustancias. Existen las sustancias concretas e individuales como esta mesa, este libro, este árbol. Estas sustancias concretas, por su grado de existencia, son llamadas por el propio estagirita: sustancias primeras.
Al lado de las sustancias primeras están otro tipo de seres llamados sustancias segundas que vienen siendo los conceptos universales, los géneros y las especies, lo que Platón llamaría Ideas (el hombre, el árbol, en general). Estas sustancias segundas, en la medida en que no está separadas de las cosas no son "hablando estrictamente' sustancias. Por lo cual la estructura ontológica de la sustancia está integrada por dos elementos: materia y forma.
La materia es de lo que está hecha una cosa, y la forma lo que hace que algo sea lo que es, esto equivaldría a lo que conocemos como esencia. La materia y la forma van unidas en la confirmación de las cosas, no pueden estar separadas. Toda materia tiene forma y toda forma posee una materia. ,
Es preciso aclarar que Aristóteles no entiende por forma "algo puramente geométrico sino aquellos rasgos que confieren al ser su existencia esencia e individual. Tampoco entiende por materia estrictamente lo que los físicos conciben como tal, sino aquello, sea lo que fuere, de lo que está hecho algo. La materia de un libro no la constituyen simplemente el papel y la impresión, sino también las palabras, los pensamientos, los sentimientos en él expresados, etcétera".
Acorde con la teoría de la materia y la forma, denominada hilemorfismo (hyle, materia y morphe, forma), Aristóteles desarrolla su concepción de hombre (noción antropológica).
El hombre es para Aristóteles una unidad sustancial y no así una unión accidental entre alma y cuerpo, como la concebía Platón. Esta unidad se encuentra constituida por el alma o forma y por el cuerpo o materia. Dentro de esta concepción, la materia o cuerpo ya no es un estorbo, una cárcel donde el alma está encerrada, sino una parte constitutiva o esencial del ser humano. De acuerdo con esto, el conocimiento del hombre se inicia a partir de los sentidos; quien esté privado de sentidos no puede adquirir conocimientos.     
En el conocimiento encontramos grados, niveles de abstracción, los cuales a su vez se relacionan con las capas de la realidad; de esta manera, a la realidad física le corresponde la menor abstracción y la mayor concreción; a la realidad matemática le corresponde —en comparación con la realidad física— una mayor abstracción, aunque todavía conservando un cierto grado de concreción; en cambio, a la realidad metafísica le pertenece un máximo de abstracción y un mínimo de concreción.
De este modo advertimos una escala ordenada de entes que va desde las cosas físicas, en que prevalece la potencia, hasta Dios que es acto puro.
El conocimiento metafísico es como un leer dentro (intus-legire), una capacidad de penetrar en el interior del objeto para captar su forma y reproducirlo en la mente formando conceptos o ideas.
De acuerdo con Aristóteles, las sustancias segundas (los géneros y las especies) no están, como las ideas platónicas, separadas de las cosas, sino imbuidas, metidas en ellas, posibilitando su conocimiento. Los llamados universales son sustancias de carácter abstracto o momentos abstractos de cada cosa individual y por ello, Aristóteles, como ya vimos, las llama sustancias segundas. Como sustancias segundas tenemos, por ejemplo, a la especie "hombre" y al género "mamífero".
Otro problema que plantea la metafísica es el que se refiere al movimiento. Como ya vimos, Parménides, en forma sorprendente, negaba que las cosas se movieran pues oponía radicalmente el ser y el no-ser, rechazando a éste ya que era imposible pensarlo, pues en cuanto lo hacemos ya está siendo.

LAS ESTRUCTURAS DE LA LÓGICA DE ARISTÓTELES


A Aristóteles se le debe la sistematización de la Lógica, una de las más importantes disciplinas filosóficas que desarrolla las formas y leyes del pensar científico. Así como la retórica se preocupa por enseñar el arte de persuadir, la lógica se interesa por el arte de investigar, conocer y probar científicamente. Aristóteles la concibe como un órganon o instrumento de la investigación científica. Un aspecto fundamental de la lógica aristotélica es el estudio de las formas básicas del pensamiento: el concepto, el juicio, y el razonamiento. Al abordar los conceptos o ideas que forja la mente para aprehender los rasgos esenciales de un objeto, el estagirita habla de las 10 categorías o conceptos fundamentales y de mayor amplitud: sustancia, cantidad, cualidad, relación, acción, pasión, lugar, tiempo, situación y hábito. Dichos conceptos o estructuras lógicas representan los modos más generales de ser, es decir los atributos reales que pueden decirse de las cosas. Por ejemplo: una sustancia podría ser el concepto hombre; cantidad: mide 2 metros; cualidad: tiene tez blanca; relación: es mayor que x hombre; lugar: se encuentra en su oficina; tiempo: el día de hoy; situación: está sentado; acción: se encuentra trabajando, etcétera.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario